CoMiEnZa eL CuRSo, NiÑos A La EsCueLa























                    

                  
Ilustración de Francisco Pimiango




Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca,
hay que medir, pensar, equilibrar,
y poner todo en marcha.

Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestro propio barco,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.

de Gabriel Celaya

Para todos los marineros, piratas y poetas que en estos días comienzan un nuevo curso con muchas incertidumbres profesionales, con un saco lleno de paciencia y la mirada de ilusión. Que no nos maten nuestra parte marinera, ni nos rompan la pata de palo, ni prohiban las palabran de nuestras poesías.

Comentarios