El CaRTeRo LLaMa MuCHaS VeCeS


Todos los veranos dejo mi dirección de vacaciones a los alumnos de mi tutoría para iniciar una correspondencia veraniega y así se van familiarizando con el correo postal. Correo que ya está en pleno desuso y que está abocado a morir. Pero no deja de ser una experiencia que me consta les gusta porque recibir después un tarjetón de la seño es un puntazo.

Me han escrito preciosas cartas, besos plastificados, fotos, trozos de canción dedicadas a mí, postales, dibujos y sus experiencias veraniegas en la playa, en el pueblo o en sus viajes.

A mí me hace muchísima ilusión recibir sus noticias. Tengo ya una buena colección de cartas de todos los veranos. 

Ahora un panel repleto de sobres, cartas, postales... nos acompañan en clase.
Es nuestro recuerdo del verano.

Comentarios