¡QuÉ MieDo! (II)
El viernes, los mayores del cole, nuestros compañeros de sexto de Primaria, decidieron junto a su seño Juani recuperar historias de miedo de distintas épocas y de distintos lugares. No tenemos palabras para semejante puesta en escena. Pasaron una tarde de lo más entretenida. seguro que son de esos momentos que cuando se hagan mayores recuerdan con mucho aprecio.
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Y así nos lo cuenta su tutora:
Siempre que se aproxima la fecha del 31 de octubre o el 1 de noviembre, los chicos andan un poco alterados con halowin , algo muy lógico ya que
cuenta con elementos que les atraen ,el juego, el disfraz y las golosinas.
Ante esto tenemos la batalla perdida, cosa que no me importaría mucho si no fuera por lo que representa , falta de personalidad y la consiguiente pérdida de identidad de una comunidad
Así, que haciendo un ejercicio de equilibrio, intento que mis alumnos sepan que siempre, todas las civilizaciones, le ha rendido culto a la muerte, cierto es que cada pueblo lo hace a su manera,según sus costumbres y sus tradiciones, pero a la vez,también vemos lo mucho que nos parecemos, coincidiendo en muchas cosas.
Pues bien, este año en clase, hemos estado leyendo historias relacionadas con la muerte y con animales fantásticos que la pueden provocar y para ello hemos contado historias como: "El monte de las ánimas" de Gustavo Adolfo Becquer , que la leyó Beatriz Carmona .
También hemos conocido la costumbre que hay en Ucrania de llevar comida a los muertos y si a alguien se le olvida, el familiar muerto da unos golpes en la puerta de casa de los vivos para recordarles que deben cumplir con la tradición, como nos contó Jose Carlos
Alicia Bailen nos contó la historia de " La caja de Pandora". Ella tenía sus dudas,no sabía si este tipo de historias de mitología podía ir con el tema,pero estaba encantada con las historias que había leído y quería compartirlo.
Opté por buscar el lado de las fuerzas oscuras encerradas en la caja, que cuando son liberadas pueden provocar la muerte.
Joel Beltran indagó en como se celebra el día de los difuntos en Méjico y nos trajo una historia que nos puso a todos los pelos de punta.
Otros chicos inventaron sus propias historias que fuimos leyendo alrededor de una calabaza que hizo David Agulló y un montón de velitas que nos sirvieron para ambientar la clase, aunque para algunos solo sirvió para jugar con la cera que se derretía por el calor.
Colaboración de Juani Rubio tutora de 6º de Primaria y responsable de la Biblioteca
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Historia mejicana recogida por Joel:
Se acercaba el cumpleaños de mi madre y aun no le había comprado nada,decidí ir al centro para ver si encontraba algo. Después de tres largas horas no encontré nada, pero de repente en un bazar antiguo algo me llamó la atención. El bazar tenía un aspecto sucio , siniestro, macabro diría yo, decidí entrar. En el mostrador había un hombre un poco feo, chepado y sucio, pero hubo algo que me llamó la atención, era un arlequín de porcelana con un atuendo un poco cutre y oscuro.
Le dije al vendedor que me lo llevaba, me advirtió que sobre él pesaba una maldición y esta era que todo aquel que se lo llevaba sufría alguna desgracia. La leyenda cuenta que un asesino se disfrazaba de arlequín para matar a sus victimas y un buen día hizo un conjuro y repartió su alma entre todos los arlequines de porcelana y desde ese momento todo aquel que se llevara uno, sufriría una desgracia.
No hice caso al vendedor y me lo llevé. Cogí el coche, al arlequin lo puse en los asientos traseros, iba por la carretera, había un paso a nivel, pero se podía pasar. Aceleré, pero una extraña fuerza me bloqueó el coche dejándome en mitad de la via , no podía salir, me fui a girar a ver si venía el tren y ahí lo tenía , se estampó con tal violencia, que me mató en el acto.
"Felicidades mamá"
Resumen del Monte de la Ánimas de Gustavo Adolfo Bécquer que leyó Beatriz Carmona
La
historia transcurre en un monte soriano, llamado Monte de las Ánimas,
el día de los Difuntos. Comienza con una expedición de cazadores de
ese lugar, pero ya se encuentra preparando el regreso, ya que es 1 de
noviembre, día de Todos los Santos, justo antes de la terrible
fecha. Así es como Beatriz y Alonso, hijos de los Condes de Borges y
de Alcudiel, junto a sus padres y pajes, montados a caballo, inician
el camino hacia la cacería. Alonso, que es cazador, empieza a contar
una leyenda, la del Monte de las Ánimas. Al parecer, a este monte
que llamaban de las ánimas pertenecía a los Templarios, que eran
guerreros y religiosos a la vez. Cuando los árabes fueron expulsados
de Soria, el Rey los hizo venir para defender la ciudad, lo que
ofendió a los nobles de Castilla y se creó cierta hostilidad entre
ellos. Entonces, se inició una profunda lucha hasta que el rey
finalizó la espantosa batalla; el monte fue abandonado y en la
capilla de los religiosos se enterraron los cuerpos de unos y otros.
Desde entonces, cuando llega la noche de los difuntos corre la
leyenda de que las ánimas de los muertos corren junto con todos los
animales del monte, muertos de miedo y sin que nadie quiera
permanecer ahí por esta fecha.
Una
vez en casa de los Condes y reunidos junto a la lumbre, sólo Beatriz
y Alonso permanecían ajenos a la conversación general, hasta que el
joven rompió el largo silencio comunicándole a su prima que pronto
se separarían y que antes de ello le quería regalar una joya.
Beatriz le contestó que aceptar un regalo suyo podía comprometer su
voluntad, y entonces Alonso le contó que era el día de todos los
santos y que por lo tanto, un día de celebración para todos. Ella,
sin decir nada, aceptó el regalo y él le pidió alguna cosa suya.
Beatriz estuvo de acuerdo y le dijo que en el monte de las ánimas
perdió la banda azul que llevaba en la cacería, y que justamente
quería regalársela. A estas palabras, Alonso, aún sintiéndose
capaz de luchar contra los lobos, no era lo suficiente valiente como
para ir de noche al monte y buscar aquel objeto perdido. Pero al ver
una sonrisa irónica de Beatriz, se levantó, y muerto de miedo se
dirigió hacia el monte en su caballo, diciéndole adiós a la
hermosa. Fueron pasaron las horas hasta llegar la media noche y
Beatriz no pudiendo dormir se levantó a rezar creyendo oír su
nombre cuando sólo era el viento que azotaba su ventana. Así,
asustada y con insomnio, oyendo las campanas de la ciudad de Soria,
hasta que llegó el amanecer. Cuando se levantó, estando a punto de
reírse de ella misma por haberse asustado tanto la noche anterior,
vio su banda azul rota y ensangrentada en su mesilla de noche.
Beatriz quedó paralizada, sus ojos se desencajaron y cuando vinieron
sus sirvientes para avisarla que Alonso había sido devorado por los
lobos del monte, la encontraron inmóvil y muerta de horror.
Dicen
que después de este suceso, un cazador logró estar una noche dentro
del monte de las ánimas, y que antes de morir pudo narrar que vio
los esqueletos de los antiguos Templarios y de los nobles sorianos
enterrados en la capilla, y además, pudo ver también como una mujer
desmelenada y con los pies ensangrentados daba vueltas alrededor de
la tumba de Alonso.
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