SoY uN aRTiSTa

"Soy un artista" de Marta Altés, editado en Blakie Books

Recién llegado a las librerías y ya está en nuestra Biblioteca Escolar. Me enamoró la portada. Y mira que hago mía la opinión  "No juzgues a un libro por su portada" Peeeero en este caso: el tipo de ilustración, el niño, el título... me decían que no me equivocaba. Y así es.

Aquí nos encontramos con el reto de aceptar al niño artista tal como es y dejarlo circular libremente por la vida, arriesgando el tipo o encorsetar al artista dirigiendo al niño y su creatividad para que cuando tenga unos pocos años más se haya apagado su imaginación por completo.

Álbum infantil... pero muy recomendado a los padres y maestros. Todos los que trabajamos con niños sabemos que nuestros alumnos llegan a una edad en la que están tan encorsetados que son incapaces de imaginar. Y nosotros, los maestros no tenemos formación para alentar las aptitudes creativas.

Así presentan al libro en su editorial: El libro perfecto para todos aquellos niños que disfrutan haciendo arte. Al protagonista de "Soy un artista" le encantan los colores, las formas, las texturas y TODO lo que le inspira: sus calcetines, lo que guarda en la nevera... ¡ni su gato se escapa de una buena mano de pintura! Pero solo hay un problema: su madre no se muestra tan entusiasta como él...

Un protagonista que viste como Picasso y se pinta un bigote como Dalí y se convierte en un protagonista desternillante y tierno, creador y  devastador... en el estricto sentido de la palabra. Un niño que ve creación allá donde pone el ojo. Creación plástica y creación "literaria", sensibilidad artística. Muy fácil de entender por los niños y con guiños a los adultos, tanto padres como maestros. Un protagonista que se inspira en todo lo que ve, que prueba con todas las texturas, todos los colores y al que le encantan los frescos.

Allá donde una madre ve una zanahoria sin comer en el plato, él ve La soledad de la zanahoria abandonada, donde él ve una ventana abierta al mundo, su madre lo siente como un desastre en el salón... y así hasta llegar a la obra cumbre Oda a una madre ¡inconmensurable!.

Me gusta que no cae en moralinas, estaremos tanto al lado del pensamiento del niño como de esa pobre madre que tiene que sufrirlo.

Muy, muy recomendable.







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