El PuNTo
Viernes por la tarde.
Yo inmersa en las labores arduas de la biblioteca: administración de nuevos usuarios, baja de los antiguos alumnos, tejuelos...
Una enooooorme fila de niños y niñas en la puerta, muy respetuosos siguiendo a su maestra con intención de entrar.
¡Qué alegría me da cuando nuestra biblioteca es utilizada, visitada, usada y vuelta del revés... por cualquiera de los cursos y profes!
Los alumnos de Infantil de cinco años, ¡ya se han hecho muy mayores! iban a escuchar, de boca de su seño Isa, una historia que está entre mis favoritas. "El punto" de Peter H. Reynolds.
Este magnífico álbum me lo descubrieron hace unos años en unas jornadas de animación a la lectura con estas palabras:"Este libro debía ser de obligada lectura por los estudiantes de Magisterio" y la suscribo. Así es.
Lectura para pequeños, como este ramillete de ellos que visitaron la biblioteca del cole el viernes, para animarlos a expresarse. Después iniciaban las clases de plástica, y no había mejor manera para comenzar. Su seño lo hizo fenomenal, que yo puse las orejas y lo disfruté. Los chavalines y chavalinas en silencio y absorbiendo la historia. Y sacando claramente las conclusiones.
Lectura para mayores, para los que se creen incapaces de realizar alguna tarea y sobre todo para los que tenemos el inmenso poder de animar o desanimar al alumnado. De sacar lo mejor de cada uno de ellos o dejarlo enterrado para siempre.
Que es tan grande nuestra responsabilidad... a veces se nos olvida.Y ahora os presento a Luis PascettiUn argentino descubierto por mi ignorancia hace unos días. Musicoterapeuta, pedagogo, cantante, narrador, compositor, escritor, actor... Sus libros para niños están impregnados de humor ácido y provocación. Y me dedicaré a encontrarlos para ver si son tan interesantes como su curriculum profesional.
Para que conozcas "El punto", si todavía no lo tenías descubierto, para que lo disfrutes de igual manera, te dejo con Luis y su narración.
Comentarios
Muchííísssimasss gracias compi de batallas.
Ha alucinado hasta mi hijo Jorge, que estudia arquitectura y "necesita" motivar su creatividad.
Un beso de todos nosotros.