CaThERiNe

 Catherine de Patrick Modiano con ilustraciones de Sempé y editado en Blackie Books

Debo confesar, y lo hago sin rubor, que no conocía a Modiano cuando este último año le concedieron el premio Nobel. Me sorprendió que tuviera también algún libro infantil y me agradó sobremanera que este del que voy a escribir estuviera ilustrado por un grande: Sempé. 

Un libro catalogado como infantil pero con un tinte de nostalgia muy de mayor.

Catherine vive un periodo de su infancia con un aire alejado de la niñez común: su madre la deja en París con su padre, que se dedica a actividades sospechosas, de las que Catherine no tiene ni idea ni siquiera cuando ya es adulta, mientras ella se va a vivir a Nueva York. Ya es diferente este inicio de la historia. Historia de la que han pasado casi treinta años y que Catherine nos cuenta mientras lo recuerda. Vivir encima de un almacén en donde siempre hay cajas que entran y salen sospechosamente, trabajar junto a un secretario que manda más que el propietario con lecciones de moralidad para aburrir, tener el poder de quitarse las gafas y soñar en un mundo desdibujado, querer ser bailarina como su madre y entrenarse para ello en la academia de madame Dismailova con un acento sospechosamente falso, conocer a una pobre niña rica, Odile, que también lleva una vida misteriosa pues desaparece todo rastro de ella de un día para otro, preguntar por una señora que aparece en una vieja fotografía junto a su padre...

Un libro catalogado como infantil y que en mi opinión entra dentro de la literatura sin apellidos. Un adulto disfrutará más allá  de la historia lineal que nos cuenta Catherine. Leer entre líneas. Sacar conclusiones por detrás de la historia es un lujo para el que se necesita madurez.

Las ilustraciones de Sempé lo hacen todavía más gustoso.