UnA SeMiLLa De BaMbÚ

Dicen que cuando uno planta una semilla de bambú, debe de estar cuidándola durante largo tiempo con mucho mimo, sospechando muchas veces que está haciendo el trabajo en vano, para disfrutar después de una planta que crece muy rápidamente y puede alcanzar una altura extraordinaria. A lo largo de ese largo tiempo el jardinero supongo que desfallecerá, se encontrará solo, dudará de la idea de haber sembrado bambú, precisamente bambú que tarda tanto en germinar, dejará de regar algún día, o quizás no, puede que sea  de esas personas que tienen fe absoluta en lo que hace y espera mientras se esmera en el cuidado de la semilla que no ve, ahí enterrada en tierra. Y después de largo tiempo, meses en este caso... incluso algunos  hablan de años, el bambú germina y en muy poco tiempo puede alcanzar muchísimos metros de altura. Y además es una planta fuerte, flexible y útil en muchísimas aplicaciones: embarcaciones, construcción (incluso de puentes), papel,bueno para la salud...


Y vengo a hablar del bambú para recordarme que la labor que se hace en la escuela es muy parecida a la labor del jardinero que se atreve a plantar una semilla de bambú. Es más, si este jardinero va a plantar la semilla del gusto por leer y escribir,  es posible que sean muchos años los que deban pasar para ver asomar su precioso regalo.
Y es que muchas veces nos impacientamos, y creemos que con un par de actividades debíamos notar los cambios, e incluso, vamos a reconocerlo, dejamos de regar. Cansados y desanimados. 
Me recuerdo con convencimiento todos los días que, pasará el tiempo y la tarea de animar a leer y escribir que vamos haciendo a través de la biblioteca escolar, germinará. No me cabe duda.
Y tengo mucha confianza en los más pequeñines que guardan un silencio sepulcral cuando les contamos cuentos, les leemos poesía o cantan el poema más simple. Confío en la labor hecha a través de tiempo. Y serán muy buen material para la construcción de sueños y buen alimento del espíritu... que buena falta nos hará.


Aquí me quedo regando mis semillas.

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