MeRCaDiLLo del LiBrO

Hace ya dos cursos, cuando el grueso de los volúmenes de ficción de nuestra biblioteca escolar estaba catalogado, después de dos años de labor ímproba y silenciosa, una de las ideas que surgió de los responsables de ella,  a parte del sistema de préstamo y las actividaades de lectura y escritura, fue la posibilidad de empezar a involucrar a toda la comunidad educativa en la gestión de la misma. Hay labores que deben hacerse poco a poco, la impulsibidad no es precisamente buena, y este curso nos hemos atrevido a realizar una actividad conjunta: un mercadillo de libros usados.
La finalidad última, evidentemente, era recoger dinero para mejorar el fondo de la biblioteca pero en todo el proceso hemos conseguido involucrar a toda la comunidad y acabado el proceso, debo confesar que ha sido todo un éxito.
Era la primera vez que se hacía y ninguno de nosotros tenía experiencia al respecto, pero las ganas de ir mejorando e ir conquistando nuevos campos ha podido con la empresa.
Iniciamos la misma mandando una circular a  todas las familias pidiéndoles que ayudaran a sus hijos e hijas a desprenderse de algún libro para colaborar con el mercadillo, les animábamos a participar y les recordábamos la idea de solidaridad que tenía el mercadillo. El principio fue tímido, los pequeños no han acabado de entender de qué iba aquello hasta que no han visto el final del proceso pero poco a poco el volumne de los libros entregados fue haciéndose más grande.
Sellamos entre todos los profesores cada uno de los libros con un etiquetado identificativo del mercadillo, los separamos por edades, les pusimos precio (hay que ver lo rácanos que somos algunos y lo expléndido que somos otros poniendo valor de venta) fueron ratos trabajando por grupos o todos juntos que nos hizo pasar buenos ratos a pesar del cansancio del final de trimestre. Los alumnos desde los más chiquitines a los mayores hicieron señalapáginas para regalar a los compradores, han sido una muestra de lo diferentes que somos cada uno y los había preciosos, otros muy trabajados, otros originales... y todos cumplian la labor que deseábamos: agradecer a todo aquel que participaba su ayuda con la compra. "Es de bien nacido, ser agradecido" nuestro alumnado aprendió con este gesto, que nos gusta que nos den las gracias y que hay que darlas, y nosotros lo hicimos en forma de señalapáginas y dedicando un tiempo a ello.
La segunda nota que recibieron los padres era para recordarles las fechas del mercadillo, cómo íbamos a recoger el dinero de los niños que comprarían en los recreos, en qué horario podrían comprar ellos...
Nuestros chavales que se quedan al comedor escolar realizaron un mural y varios carteles anunciadores junto alguno de los monitores.
Como responsable de la idea, debo confesar que varias noches tuve alguna que otra pesadilla, lo que nos pasa siempre: " ¿Por qué me habré metido en este jardín? " Pero superado el primer recreo de venta y ver disfrutar a los amigos de Educación Infantil con su "billete" eligiendo libremente sin su mamá detrás aconsejando y observar a los de primaria mirar y remirar, indecisos, hojeando y eligiendo... desde los más pequeños de primero hasta los veteranos de sexto, sabía que lo último que me importaba era la cantidad recogida. No nos habíamos equivocado.
La mayoría de ellos dedicaron el recreo a comprar y a compartir los libros, se encontraban muy a gusto sobre todo porque lo habían hecho solos y eso les hace sentir bien.
Nos quedaba la prueba de los padres, y bueno... superaron con creces nuestras espectativas. Acudieron en masa, en masa ordenada, no hubo en ningún momento ni un mal gesto ni impaciencias, compraban acompañando de los hijos, algunos estuvieron hojeando y hojeando hasta decidirse. Agradecían el señalapáginas. Pedían consejo.
El segundo día, ya lo teníamos más rodado. Habíamos decidido, y así lo sabían las familias, que si sobraba algún libro lo donaríamos a alguna ONG dedicada a los chavales. Pero el espíritu comercial de alguno de nosotros, se inventó las rebajas de última hora y además de hacer muy divertido el final del trimestre consiguió liquidar todos y cada uno de los ejemplares a la venta.
Ha sido muy gratificante.
Desde este sencillo foro, quiero hacer llegar las gracias a todos y cada uno de ellos, desde el alumno o alumna más pequeño que ha traido un libro hasta el último padre o madre que se acercó a comprar. Sin olvidarme de todos mis compañeros. Ni del conserje que traslada libros y mesas como nadie. Ni del equipo directivo que está tan loco, que no me dice que no a ninguna de mis propuestas. Pobrecitas mías. GRACIAS.
Ahora a la vuelta de vacaciones, mandaremos una nota de agradecimiento. Y a final de mes haremos en el mismo lugar donde realizamos la venta una exposición con los libros comprados. Ya tenemos faena...

Comentarios

Silvina ha dicho que…
Hola! te saludo desde Valencia. En primer lugar felicitarte por esta genial iniciativa y propuesta, sería intersante que en muchos centros se llevara a cabo este tipo de actividad. Hace nada, al finalizar el curso escolar, recogí tres cajas de un centro con libros ya descatalogados, antigüos, sobre todo de actividades de Infantil que es mi especialidad, y como loca los guardé en mi coche,los clasifiqué, los tengo ahora en mi biblioteca personal y los repetido los lleve a la Biblioteca de mi pueblo. NO puedo entender que los libros vayan a parar a un contendeor de basura!He pasado penurias y carencias de libros en algunos colegios muy humildes, y será que quedé marcada... pero esa es otra historia....
Felicitarte otra vez e invitarte a compartir emociones en mi blog http://silvina-porelcaminodelasemociones.blogspot.com/
Silvina
Andrea Reyes ha dicho que…
Me encanto el mercadillo de libros.Compre unos libros maravillosos , ya me los he leído un millón de veces.Todo gracias a los profesores y profesoras maravillosos y maravillosas que tenemos en este colegio! ^^