La PaLaBrA

ilustración  de Skinny Ships


El daño que podemos hacer con la palabra, o bien al contrario lo sanadores que podemos ser con la palabra. Aquello que se dice de que cada uno de nosotros somos esclavos de lo que hablamos, bien cierto es.

Con el tiempo uno aprende a ser menos impulsivo y a medir mejor sus palabras y a pasar por el filtro del cerebro el tubo del corazón-boca.

¡Qué fuerte es la palabra de aliento!
Y que demoledora la palabra de desprecio.

Los que nos dedicamos a enseñar tenemos el poder más grande que existe. Algunos lo olvidamos.

Yo procuro recordármelo todos los días.

Hay que reprender pero no demoler.
Hay que animar pero no endiosar.
Hay que felicitar pero con los pies en la tierra.


Comentarios

Lady Sterling ha dicho que…
¡Qué bonito video!, sí que son las palabras importantes, y como se digan más.