a JueGo LeNTo

Esta vez sí que sí. No es una recomendación de algún material rodado. No. Es una  evaluación y recomendación  de un texto que está recién salido del horno. Y nunca mejor dicho. Lleva una semana en el comercio y ya tenemos la opinión.

A fuego lento se va haciendo el mejor guisado, chup...chup... hirviendo y tomando el jugo con el fuego a la más baja temperatura. Y así parece ser que ha surgido A juego lento Taller de poesía, Expuesto como un lento proceso por Mar Bénegas en Litera Libros de la mano de su editor Juan Romero y con un diseño de Carlos Rubio

Lo hemos recibido en la Biblioteca hace unos pocos días y lo primero que me gustó nada más desempaquetarlo fue el tamaño. Ideal para los niños. La verdad es que en ningún momento aparece como manual para niños pero mi deformación profesional lo ha mirado con ojos de maestra. Y así lo he leído y evaluado con mirada de cocinera maestra de escuela.

Mar Benegas nos va abriendo las puertas de su cocina donde nos explica el qué, para qué, y el por qué... de la poesía y lo mejor es que nos invita a cocinar. Muy generoso por su parte que nos deje meter manos en la masa en su cocina.

El índice es toda una invitación a informarse y a trabajar. ¿Quién puede resistirse?



Hablar de la palabra, de la poesía y de los poetas. Hacer sentirte parte de los tres es uno de los primeros logros de la comunicación de la autora, porque todos utilizamos la palabra, todos nos emocionamos con palabras y todos, como la poesía somos mil cosas a la vez.



A Juego Lento nos lleva por la historia de la poesía, por poetas, por movimientos y  por recursos literarios.  Algunas de las veces escondido en palabras azules a pie de página.
No se escapa ningún detalle: nanas, canciones, rimas (prohibidas o inteligentes), recursos, ejemplos para repetir, oportunidades de crear nuevos, tipos de poesía (sonetos incluidos), realistas y surrealistas, limeriks, nonenses, dadaismo. haikús, poesía protesta, romántica, ¡libres!



Una invitación continua desde las primeras páginas a ser poeta. Nos deja espacios para ir escribiendo e imitando, ensayando con recursos dados  y ya es en el último tramo se nos invita a entrar en la cocina y con ayuda de los utensilios (rimas, sílabas, versos, métrica...) los ingredientes (recursos estilísticos) y aliños (algunos trucos) ponernos a la faena a pecho descubierto. A ser posible, con delantal, por favor.
Lo que los libros de texto destrozan en varios cursos, varios temas y en aburridos ejercicios que no ayudan a la creación Mar  lo resuelve en este magnífico libro-cuaderno que yo veo como un material imprescindible en los pupitres de mis alumnos. Porque desde el principio se anima a hacer y hacer, escribir y escribir, poemar y poemar...


El texto va acompañado por imágenes de la mano de Carlos Rubio, diseñador creativo que con imágenes en blancos, negros y azul  sugiere sin etorbar al texto. No despista, más bien ayuda. Ya sabemos que la ilustración hace que el producto sea perfecto o la revés.  Muy bien podíamos hablar de poesía visual y utilizar su trabajo en el texto para dar un paso más allá. Ahí lo dejo... por si a sus autores no se les había ocurrido.

Recomiendo. Recomendadísimo.
Si quieres trabajar la poesía en profundidad, con limpieza y las mejores inspiraciones, este es tu libro.
Yo estoy en ello.

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