BéCQueR
Bécquer
Tal día como hoy hace ciento setenta y ocho años nacía en Sevilla Gustavo Adolfo Bécquer. De pocos autores se conoce tanto dato, dos nombres y apellidos pero es que este poeta y escritor de leyendas ha dejado profunda huella en toda una generación. La mía.
No había jovencita que llegara a los quince años sin haber leído las rimas de este autor. Lectura que se alentaba desde las escuelas e institutos y que como otras muchas otras cosas, ya no se estudia.
No voy a valorar la calidad de dicha poesía, no soy entendida ni crítica pero sí voy a rescatarla del fondo de mi memoria como inspiradora de algunos de los poemas que escribí en su momento.
De las pocas cosas que aprendí de memoria, rescato la poesía de don Guatavo Adolfo.
Yo entonces, lo confieso, era muy blandita.
A algunas de ellas les inventé música, de esto se ha encargado de recordármelo mi hermana Esther hace unos días.
Pues sí, porque no hay como tener quince años y ser enamoradiza y sensiblota.
RIMA XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?
RIMA VII
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
—¡Ay! —pensé—; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «¡Levántate y anda!».
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «¡Levántate y anda!».
RIMA XVII
Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto... La he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto... La he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
RIMA XXXVIII
Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
RIMA XXI
—¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
Feliz cumpleaños, señor Bécquer.
Comentarios
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso...
aquí estamos...no sé que habrá cambiado y lo digo con nostalgia...
lo que me llegué aprender de memoria
me hacía tan feliz... de camino al cole..
Princesa, gracias por estos rcordatorios