HaSTa SieMPRe MaNoLo

Manolo ha sido el conserje durante veinte años en el cole.

Se nos ha jubilado. Y ha sido un alboroto de alegría y llantos que no hemos podido contener.

Como muy bien han dicho los niños mayores ha sido el único que, sin cambios,  ha estado presente curso a curso en sus vidas. 

Hoy lunes ha sido el primer día sin Manolo. ¡Y lo hemos echado mucho de menos!

Desde que supimos que se iba  no dudamos de que había que despedirlo a lo grande. Y en secreto.¿Cómo es posible que siendo tantos niños no se les haya escapado a ninguno que le teníamos preparada una sorpresa? Pues por la simple razón de que a Manolo se le quiere mucho y desde el más pequeño al más mayor sabía que aquello que preparábamos era importante.

Los mayores: profes, AMPAS, compañeros del Comedor Escolar, Consejo Escolar... ya le habíamos dado la sorpresa hacía unos días con una comida-trampa especial. Pero también sabíamos que para Manolo, antes que todos los adultos, están los niños.

Todos le han escrito y le han dibujado en las mismas funciones: atar los zapatos, curar las heridas, tirar de los dientes sueltos, dar caramelos, rescatar los balones de lo alto de las palmeras...reconocido por esas tareas desde el más chiquitín de Infantil de tres años que gritaba "¡Manolo, Manolo!" cuando lo llamamos para que saliera a la pista hasta el mayor. Nadie habló de abrir las puertas con puntualidad, custodiar las llaves con rigor profesional, entregar papeles... todos le recuerdan por la cantidad de veces que ha hecho algo por cada uno de ellos.

Y yo le envidio. 

Despedido demostrándole todo el cariño del que es capaz un niño. Que es lo más grande.

Le engañamos y le dijimos que íbamos a celebrar el día de la Comunitat Valenciana... y nos colocamos en el patio, muy formalitos. Y cuando se suponía que empezaba la función llamamos a Manolo a gritos. Pudo contener la emoción. Emoción que no pudo esconder cuando pasó por la mañana por clase y quiso despedirse. 

Todos los cursos le teníamos preparado un regalo.

Tiene para un buen rato de lectura. Y de emociones.

Manolo, el mejor conserje.

¡ Hola Manolo ! Me acuerdo cuándo me curabas las heridas. Cuándo me decías que no me iba a escocer, y al final siempre me escocía.

También me acuerdo cuándo se me movía un diente, que me decías que no me lo ibas a arrancar, y siempre me lo arrancabas. Te echaremos muchísimo de menos este último año que nos queda de colegio. -¡Ojalá te pudieras quedar un poco más de tiempo!. Ahora que te jubilas espero que te lo pases muy bien con tu familia y tus seres queridos.

Cuándo me dijeron que te ibas del colegio, me dio una gran tristeza, de pensar todo lo que has hecho por nosotros. ¡ ERES EL MEJOR, SIN DUDA !

POSDATA: Ven a visitarnos a menudo, ¿eh..?

Con cariño

Maria Li de sexto de primaria.

Hola Manolo:

Gracias por haber estado todos estos años con nosotros te echaremos de menos. Y venga quien venga siempre serás el mejor que te vaya bien y….¡ Bon dia i salud! 

Fran Espinosa

Cada curso le entregó libros autoeditados, pósters, recuerdos, cartas... Es emocionante saber que todos y cada uno de los niños del cole tiene una experiencia personal y entrañable con Manolo. Con contenida emoción los recibió y los escuchó. Muchos los niños que no pudieron contener la lágrima y el llanto. No acaban de entender que jubilación procede de la palabra júbilo. Y que los mayores lo envidiamos porque le queda una nueva etapa con el descanso merecido.

Y los regalos de las mamis durante esos días, y las visitas de los exalumnos, y las fotos para aquí y para allá y las despedidas en privado... mucha emoción. ¡Qué contento y qué orgulloso se debe de sentir!

Hasta siempre Manolo. 

Gracias por ayudarnos a hacer mejor la escuela todos y cada uno de los días.