HaCeR DeL LiBrO Tu MuNDo

Encontré esta imagen en el blog de Felipe Zayas Darle a la Lengua

De vez en cuando me asalta la sospecha de que ser lector es una manera de  olvidarse de la realidad. Y para convencerme de que estoy equivocada, me aseguro de que muy bien es al contrario: conoces mejor al mundo y sus posibilidades. Y luego, muy cuerda yo, llego a la conclusión final de que en realidad será de una manera u otra según que tipo de lecturas hagas.

Pues bien, me da igual si me aleja o me acerca al mundo. Soy feliz cuando leo. Y leo lo que me viene bien en el momento. Más bien lo que me viene en gana.

Unas veces toca ensayo, otras lecturas infantiles y juveniles, otras clásicos, otras intriga, en otras ocasiones babeo con el romanticismo o me divierto con los best seller... 

¿Alguien tiene la verdad absoluta? Si alguien cree que la tiene conmigo que no hable que nos vamos a pelear.

Los que hemos llegado a ser buenos lectores, lo hemos hecho por caminos  a veces no "muy loables". ¿O todos hemos leído a los clásicos en nuestra infancia? A mí me los descubrieron en la adolescencia y antes, mi avidez lectora se nutría de " La aventuras de los cinco" de Enid Blynton. 

Conozco quien va llegando a los clásicos después de haberse empapado de Mortadelo y Filemón...

Resumiendo, y sin querer sentar ninguna ley al respecto, el placer de leer y ocupar un tiempo ocioso forma parte de la intimidad de cada lector. 

Y los demás a callar.

Si acaso acercar y descubrir al otro nuevas posibles lecturas.

Y esto vale tanto para los adultos como para los infantes (¡qué bonita palabra!).