EsDrúJuLaS
Comenzamos a trabajar con los niños las sílabas desde bien pequeñitos: con palmadas, patadas, pitos... luego llega la identificación de la sílaba tónica y las átonas. Que no es tan fácil. Cuando hay que tener claro si la sílaba tónica es la última, la penúltima o la antepenúltima (¿empezando por dónde, seño?) ya no es tan divertido. Hay quien sigue dando palmadas para aclararse, que es como contar con los dedos, pero en el área de Lengua, y hay quien cambia de color cuando descubre que de toda esa historia que lleva arrastrando desde chiquitín, uno tiene que conseguir acentuar correctamente cada una de las palabras que escriba a partir de entonces.
Ilustración de Tony Arawan
Todo esto viene a cuento de una actividad que realicé el curso pasado con mis alumnos de cuarto de primaria en la que debían escribir una carta utiizando el máximo de palabras esdrújulas. El trabajo surgió después de disfrutar todos de unas horas con el maestro Federico Martín Nebrás y a propuesta suya le escribimos a Doña Dárriga Dórriga Dírriga.
Y este fue el resultado:
Querida Doña Dórriga Dárriga Dírriga:
Encontrándome tristísimo por vuestra ausencia le mando una brújula que me dio un matemático problemático en búsqueda de su homólogo mayor. Es un fenómeno máximo.
Le dejo encima de la cómoda un mapa de la península ibérica que es lo mínimo que puedo hacer. Le dejo albérchigos dulcísimos, guanábanas agrísimas y plátanos de plástico que me dio un frutículo. Cómalas y haga régimen.
En el crepúsculo de ayer, un ególatra haciendo gárgaras y diciéndose a si mismo príncipe y presumiendo de su perfecto físico comenzó a hablar de física, química y dórrigas. ¿Conoce usted a Federico? ¿Y a este falso príncipe?
Necesito un futurólogo para saber de usted. Mándeme la fórmula secreta para encontrarnos, mándela con su fiel primagénito en un avión de de cualquier aerolínea, mientras vea el último capítulo de la película "Antipáticos, xilófono y triángulos".
Necesitándola, deseándolo y esperándola en el ábside de nuestra basílica con máscara de oxígeno le saluda
Ángeles Álvarez Íñiguez
La misma actividad se puede realizar con palabras agudas, o llanas, aunque estas últimas son tan habituales que no acaba tan sonoro el resultado. Podemos complicarlo exigiendo un número exacto de esdrújulas, llanas y agudas, y monosílabos... sin darnos cuenta los vemos manejando el diccionario para buscar palabras desconocidas y aprendiendo sus significados. Todo lo que ayude a una buena ortografía, que falta nos hace.
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