PoEMaS PoR Un TuBo (tercera parte)



La expresión  coloquial "...por un tubo" significa mucho,  en gran cantidad. Por lo menos aquí en España, por que al parecer en Méjico" mandar por un tubo" es mandar a freír espárragos., sin embargo en Argentina "como un tubo" quiere decir que es muy fácil y en  Ecuador "como por un tubo" es que es rápido.

No he logrado encontrar la historia de la expresión.

Nosotros hemos jugado con la expresión y con lo literal: Poemas por un tubo de cartón y Poemas en gran cantidad.

¡Y qué bien ha resultado la actividad!

Los profes sorprendidos de la capacidad memorística del personal (qué poca fe), los alumnos poníéndose a la cola para recibir el regalo (una poesía al oído es un regalo), lo recitadores susurrando sin parar.

Claramente recomendable.

No han podido quedar constancia de todas la imágenes. Pero prometemos que el patio estaba muy poético. Y otros rincones del cole, también.

Supongo que el lunes, alguien preguntará por la desaparición de la "Poesía por un tubo"


Hemos recibido la visita de Cristina y Amanda y han recibido su ración.



No sabemos cómo funciona esta técnica.  Supongo que el nivel de concentración no puede ser muy elevado. 
pero como originalidad nos gusta.


Y así ya ni te cuento. Pero nos encanta que sean capaces de ir más allá.


Hay quien se atrevía a tomar nota.


Poesía para nuestra Jefa, Directora incansable.

Gracias a todos por participar en la actividad. Por poner buena cara cuando os ofrecían un poema al oído.



Nunca  tengas  prisa
ni para la risa.
Nunca te aceleres
por ser lo que no eres.
Nunca te apresures
si bajas o subes.
Nunca le hagas daño
al poco tamaño.
Guarda siempre un sueño
aunque sea pequeño.
Todo lo consigues
si sigues y sigues.
Todo lo serás
con solo esperar
Llegarás muy alto
con pequeños saltos.
Y el tamaño es nada:
está en tu mirada.
Y un sueño es muy guay
de lo que no hay.
Nunca tengas prisa.
Las cosas hermosas son muy despaciosas.

de Aurelio G. Ovies




Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
- ¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?

Comentarios

Raúl Pascual Jover ha dicho que…
Me ha gustado mucho la actividad,
lo siento Dolores la próxima vez susurraré más bajito.