La LeY De MuRpHy

                                                      Ilustración de Anna Silivonchik

Según nos cuenta José Luis García Remiro en su libro "A buen entendedor" editado en Alianza Editorial la llamada ley de Murphi se enuncia así:"Si algo puede salir mal, saldrá mal" ¡Qué mal fario! La verdad es que cuando uno está en disposición de que le vayan mal las cosas es más que probable que así sea,  hay días en que uno no debía levantarse.

Que no, no me ha pasado nada. Todo está lo bien que los momentos actuales nos dejan. Pero me apetecía volver a este libro tan curioso para dejar un poco de sabiduría popular en el blog, y mis ojos han caído en la ley de Murphi.

Todo esto surgió de un experimento fracasado. No podía ser de otra manera.
Eduard A. Murphi tabajabaen un proyecto de las Fuerzas Aéreas de USA en 1949. Cuando un experimento suyo fracasó por un fallo del equipo, más en concreto de los técnicos montadores dijo "Si hay algún modo de que un técnico haga las cosas mal, las hará" George E. Nichols, gerente del proyecto supo captar las implicaciones de estas palabras malhumoradas del ingeniero y les adjudicó el rango de La ley de Murphi

A partir de aquella primera formulación se han ido añadiendo postulados y sentencias:
  • "El intento de coger un objeto que está cayendo provocará más estropicios que si lo dejas caer"
  • "Si tocas dos teclas al mismo tiempo en el ordenador, te saldrá la letra no deseada"
  • "Si cambias de fila, la que acabas de dejar avanzará más deprisa" (ver vídeo)
  • "Las tostadas cuando caen, siempre caen del lado de la mantequilla" (comprobado)
  • "En cuanto te pongas a hacer algo recordarás que tenías que haber hecho algo más importante"
  • "Cuando parece que nada puede ir peor, empeora"
  • "No importa que lo hayas entendido con claridad, seguro que lo pronunciarás mal"
  • ... Y así hasta el infinito...
Desde entonces esta ley, que intenta expliar por qué las cosas salen mal, ha pasado a formar parte del vocabulario tecnológico y ya se estudia en cursos para aprender a prevenir imprevistos y aceptarlos.

Este esfuerzo por evitar lo inevitable ha permitido por elevar el nivel de seguridad en muchos aspectos de la vida. Con frecuencia, las intervenciones del gobierno de turno nos permite comprobar el cumplimiento de esta famosa ley. Una situación nunca es tan mala que no pueda ser epeorada por quienes quieran arreglarla.
No lo digo yo, suscribo lo reflexionado por el profesor José Luis García Remiro. Y no seré yo quien lo corrija.

Dios nos coja confesados....



Otras entradas hablando de este autor y este libro, aquí .

Comentarios

Lady Sterling ha dicho que…
"Cuando parece que nada puede ir peor, empeora", está puesto para mi. Se va el agua de un radiador, 68€, protestamos ya que tenemos seguro, "no entra la mano de obra sobre radiadores", los seguros de la casa pasan éste mes, otro pastón, estoy con un puente provisional hace más de un mes, no puedo comer a gusto y para rematar, el miércoles al apagar la luz se me caen las gafas, que como no pesan, tampoco suenan, y la menda hace una traspiés y rompe la patilla de cuajo... tienen solución, poner otra patilla... ¡y estamos sólo a mediados de mes!.
doloretes ha dicho que…
Nenaaaaaa!!!!! Acuéstate, ya llegará abril.